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Un trasplante de riñón realizado con éxito es lo más similar a recuperar la función renal natural y se lo considera uno de los tratamientos más eficaces para la insuficiencia renal terminal (IRT). Los nuevos adelantos de la tecnología, la compatibilidad del donante y la intervención quirúrgica han aumentado considerablemente las tasas de éxito de los trasplantes, y muchas personas que han tenido trasplantes de riñón viven más tiempo y con mejor salud. Sin embargo, como con cualquier cirugía mayor, existen ventajas e inconvenientes que se deben considerar.
Aspectos para considerar antes de un procedimiento de trasplante de riñón
  • Su salud general

Si el médico considera que usted puede ser un buen candidato, lo más probable es que le recomiende un trasplante de riñón. A fin de estar seguro de que está lo suficientemente saludable como para someterse a una cirugía, tendrá que realizarse un examen médico completo y una serie de pruebas para detectar cualquier otra afección que pueda afectar su capacidad para obtener un buen resultado.

  • Un donante de riñon compatible

Para que un trasplante de riñón tenga éxito, el nuevo riñón debe provenir de un donante que tenga el mismo tipo de tejido y un tipo de sangre compatible. Las personas con grupo sanguíneo O se consideran “donante universal” y son compatibles con cualquier grupo sanguíneo, mientras que las personas con grupo sanguíneo AB son consideradas “receptor universal” y pueden recibir un riñón de un donante con cualquier grupo sanguíneo. Un órgano compatible ideal es aquel que proviene de un donante vivo, generalmente un familiar, con el mismo tipo de tejido y de sangre, cuyas características genéticas son muy similares a las suyas.

 

Si no es posible recibir un riñón de un donante vivo, aún puede conseguir un órgano compatible, pero deberán colocarlo en una lista de espera para recibir un riñón de un donante fallecido. En ambos casos, nuestro equipo de tratamiento puede orientarlo para encontrar un donante compatible y vincularlo con los recursos adecuados.

  • El momento adecuado

Con los trasplantes de riñón, cuanto antes mejor. De ser posible, es mejor que se someta a la cirugía de trasplante de riñón antes de necesitar diálisis. No obstante, al igual que la mayoría de las personas que optan por recibir un trasplante de riñón, quizá tenga que esperar hasta encontrar un donante compatible. 

 

Dado que el tiempo de espera promedio es de, aproximadamente, 3 a 5 años, las personas a la espera de un donante de riñón tendrán que mantener su función renal mediante tratamientos de diálisis hasta que haya un riñón disponible. Durante el período de espera, tiene una serie de opciones de diálisis eficaces, como hemodiálisis en el hogar, diálisis peritoneal en el hogar opciones de tratamiento en un centro de atención.

  • Lo que sucede en un procedimiento de transplante de riñon

Un trasplante de riñón es una cirugía mayor durante la cual una persona con insuficiencia renal recibe un nuevo riñón, ya sea de un donante vivo o de uno fallecido. 

 

Usted solamente necesita un riñón en funcionamiento para estar sano; por lo tanto, se trasplantará un solo riñón durante la cirugía. Generalmente, se dejarán los dos riñones originales y se colocará el nuevo riñón “en buen estado” en otra área del abdomen. Si la cirugía es un éxito, el nuevo riñón comenzará a filtrar la sangre y a producir orina, al igual que lo hacían sus propios riñones antes de que tuviera enfermedad renal.

  • ¿ Qué esparar después de la cirugía...?

  • Puede esperar tener dolor en el abdomen.

  • Deberá permanecer en el hospital durante una semana como máximo. El médico y el equipo médico harán un seguimiento riguroso de su estado.

  • Deberá tomar inmunodepresores, fármacos que lo ayudarán a evitar que su organismo rechace el nuevo riñón.

  • También deberá tomar otros fármacos para reducir el riesgo de infección y otras posibles complicaciones.

 

Una vez que reciba el alta hospitalaria, deberá hacer lo siguiente:

  • Asistir a controles periódicos durante algunas semanas después de la cirugía. Si vive lejos del centro de trasplante, deberá hacer arreglos para permanecer cerca.

  • Recibir seguimiento durante el resto de su vida para controlar su nuevo riñón.

  • Tomar inmunodepresores durante el resto de su vida.

  • Beneficios claves de un transplante de riñon

Si le realizan un trasplante de riñón con éxito, podrá vivir más tiempo de lo que viviría si se sometiera a diálisis. También es posible que presente menos complicaciones y goce de una mejor calidad de vida, y que tenga más energía, una mejor salud general y menos restricciones en la dieta.

  • Posibles riesgos y efectos secundarios

Como en cualquier cirugía, puede haber riesgos y complicaciones. Los principales riesgos de la cirugía de trasplante de riñón son, entre otros, los siguientes: 

  • Pérdida temporal de la función renal. Es posible que el nuevo riñón no comience a funcionar de inmediato y que usted necesite diálisis hasta que se reanude la función renal normal.

  • Rechazo del órgano. Es posible que el organismo rechace el órgano del donante y que usted necesite medicamentos para que su organismo acepte el nuevo riñón.

  • Insuficiencia renal. Es posible que el nuevo riñón falle al cabo de varios años y que usted deba someterse a un segundo trasplante o volver a diálisis.

  • Cáncer. Es posible que los inmunodepresores hagan que usted sea más propenso a enfermarse.

  • Diabetes. Los medicamentos indicados después del trasplante pueden causar diabetes.

  • Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

Los posibles efectos secundarios de un trasplante de riñón pueden ser, entre otros, los siguientes: 

  • Estrechamiento de la arteria que va al riñón, lo que también se denomina estenosis de la arteria renal

  • Coágulos de sangre 

  • Infección

  • Sangrado 

  • Aumento de peso

  • Hipertensión arterial

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